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martes, 25 de mayo de 2010

¿?

¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?
Demasiados porqués sin respuesta. Siempre estamos haciéndonos preguntas. Y cuando no encontramos la respuesta a algo nos desesperamos, la buscamos hasta debajo de las piedras. No entendemos que para muchas cosas no existen respuesta posible... Y aunque lo sabemos seguimos haciendonos preguntas inutiles y buscando respuestas inexistentes. Como dice Moccia: "En la vida siempre buscamos explicaciones.Perdemos el tiempo buscando un porqué. Pero a veces no existe. Y por triste que parezca, ésa es precisamente la explicación." Pero si no fuera así, si todas nuestras preguntas tuvieran respuesta, si con solo sentir la necesidad de saber algo todo lo que necesitaramos viniera a nosotros por arte de magia... La vida perdería parte de su sentido. Ya no tendríamos que buscar respuestas o tratar de averiguar algo. No nos preguntaríamos "¿por qué? ¿que ocurrió? ¿qué hizo que todo acabara?". El camino sería recto; demasiado recto. No habria que elegir una puerta por la que cruzar, sería como si nuestro destino ya hubiera sido escrito por otra persona sin que lo supieramos... Me pregunto quien habrá inventado las preguntas...

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