Solo llamaba para decirte que has cambiado, pero una vez más no has querido descolgar el teléfono.
Por eso te escribo, porque sé que sigues siendo incapaz de dejar una sola linea de una carta sin leer (y que lees las mismas lineas una y mil veces si quien las envía te hace sonreír).
Hace tiempo que te (o me) observo y he llegado a comprenderte, o al menos eso creo. Pero desde que te observo has cambiado cada día, sorprendiéndome con cada paso que dabas y que ni yo misma veía venir. Has dejado a un lado tus pequeñas reflexiones sobre la libertad y has salido a buscarla, a esa que según tú pertenece a "los que se arriesgan cada día y aprovechan las nuevas oportunidades que les da la vida". Esa que a veces se encuentra en un abrazo.
Te has comprado un nuevo abrigo, esta vez sin agujeros, y no piensas dejar que el frío de los domingos vuelva a colarse por tus huesos. Pero no has cumplido tu promesa , no siempre has cerrado la puerta al miedo, ese que pensabas que se había ido para no volver. Tranquila, no te culpo, sabíamos que esto pasaría. Lo que no sabíamos es que aparecería alguien capaz de hacerte perder el miedo con una simple sonrisa (y de calarte más hondo que el frío).
Has descubierto que la luna no solo es un pedazo de cielo, que podría contar historias que nadie ha llegado a escribir y que hay historias que no eres capaz de contar con palabras. Que sabes que algo es verdadero cuando decirlo en voz alta hace que se te acelere el corazón. Has comprendido que no sirve de nada ser una simple colilla para un fumador y has dejado que esa ultima calada se consumiera hasta desaparecer (y, créeme, estoy orgullosa de ti por ello).
Has dejado de escribir en el papel para dar paso a la historia de tu vida. Has cambiado las noches sin dormir por días soñando y la brújula por pasos dados con los ojos cerrados. En cambio, sigues sin tener orientación, aunque te encuentres cada día en su mirada.
Desde que te observo, me he dado cuenta de que has dejado de observar como se entrelazan las historias de los transeúntes para observar como se entrelazan las vuestras en medio de esa casualidad llamada "vida".
Llamaba también para explicarte que aunque diga que has cambiado, en realidad quiero decir que al fin vuelves a ser tú (más tú que nunca, de hecho).
Y que no dejes escapar a la persona que ha logrado que lo seas.